lunes, 4 de junio de 2007

SEXUALIDAD

La sexualidad requiere una elección personal, inteligente y libre
Un proyecto de vida

Vivir una vida realmente humana implica plantearse cuestiones claves: ¿Qué es lo importante para mí?, ¿Qué sentido tiene lo que hago cada día?, ¿De donde vengo y a donde voy?, ¿… y al final qué? Las respuestas a éstas y otras preguntas definen el rumbo de una persona. Todas las respuestas posibles tienen un común denominador. Decía Pascal que el ser humano está hecho para ser feliz y no puede dejar de serlo. Es decir, todo ser humano persigue, por encima de todo, ser feliz.
Sin embargo, no todo el mundo es feliz. ¿Por qué? Porque no logra identificar en qué consiste la felicidad y cómo se llega a ella. Una de las pistas para alcanzar la felicidad tiene que ver con la sexualidad. De eso trata este documento.
La felicidad interpela a la sexualidad
La sexualidad afecta todo el ser, toda vida de una persona, pues el ser humano es sexuado. La sexualidad es una dimensión intrínseca de la persona humana, no se puede prescindir de la sexualidad.
Por otra parte, muestra la propia experiencia cómo el modo de vivir la sexualidad, afecta todo el ser y el actuar. La forma de asumir la sexualidad afecta el cuerpo, las emociones, los sentimientos más íntimos, las relaciones interpersonales, la manera de ver la vida, el mundo, en definitiva, la felicidad. Sexualidad y felicidad están íntimamente relacionadas.

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